miércoles, 28 de octubre de 2009

Qué vida más triste!

El título de este post se lo he cogido prestado a la serie de la Sexta que hacen por las tardes y que yo ya seguía en sus comienzos por Internet hará unos cuatro años.
Pero bueno, a lo que iba: El título del post viene porque este año 2009 no pasará a la historia de mi vida por ser uno de los mejores que he tenido. De entrada, la puñetera crisis hizo que a mitades de año tuviera que medio cerrar el Estudio. Sí, tengo un estudio de diseño gráfico y páginas web: www.cromaticweb.com  pero últimamente la cosa no va bien, nuestro comercial está que se tira de los pelos porque no consigue hacer clientes, dice que todo el mundo está con el freno de mano puesto. Debe ser verdad, porque cuando sales a la calle huele a quemado por todos los sitios.

Todo ello ha hecho que tengamos que dejar el precioso Estudio que teníamos alquilado para ahorrar costes. Ahora trabajamos desde casa, pero que queréis que os diga, no es lo mismo. Estando en casa no tengo la sensación de estar currando, el hecho de ir del dormitorio al despacho, del despacho al baño, del baño a la cocina y de la cocina al despacho produce en mi la sensación de estar encerrado entre cuatro paredes. Si a todo eso le sumas que el trabajo que tengo no me ocupa todo el día, pues... eso.

Supongo que esta sensación la compartirán conmigo mucha gente que se encuentre en el paro. ¡Joder!, tengo casi cuarenta años, se supone que a esta edad uno tenía que estar ganando el mayor sueldo de lo que va a ser su vida laboral si quiere que el día de mañana le quede una pensión medio decente y resulta que estoy en mi peor momento. Cuando eres joven (menos de 30), ganas una mierda porque no tienes experiencia, a partir de 40 dicen que lo tienes superchungo para encontrar trabajo porque te estás haciendo mayor, tienes responsabilidades y las empresas saben que no te pueden pagar menos de 1000€. Entonces, ¿qué ocurre? que solo vales para trabajar entre los 30 y los 40. Como dice el enunciado: ¡Qué vida más triste!.












Bueno, una de las pocas cosas buenas que tiene esto de no tener mucho trabajo es que por las tardes veo la serie Qué vida más triste. Qué bueno y que cabrón es a la vez el Borja este. Una serie que os recomiendo a todos por ser un bálsamo en tiempos de crisis. Aquí os dejo un capítulo para que echéis unas risas a lo natural, como diría él. Hasta el próximo post!

1 comentario:

  1. Cuanta razón tienes con lo de la edad!
    Borja es bueno, pero su padre no le va a la zaga

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